sábado, 25 de septiembre de 2010

Las locuras del gato



Gaudio es un personaje muy particular.

No por su revés, aunque es muy probable que pocos jugadores tengan uno tan exquisito. Tampoco lo es por su derecha, que no es de esas que definen puntos. Mucho menos por su saque. Pocas veces lo han salvado en momentos difíciles. No se identifica por su buena adaptación a otras superficies, como otros tantos si la tienen. Pero lo que sin dudas ninguna otra persona tiene en ningún deporte es el autoestima y la estabilidad mental que tiene el Gato. Sale y entra al partido cuando quiere. Bah, no siempre. Porque a veces no lo logra controlar. Y te puede meter un set incríble, pegando palos y metiendo golpes de otro partido, sobre todo con su famoso revés, y de golpe en el siguiente parcial erra pelotas en mitad de cancha, no puede sostener un peloteo, mete dos doble faltas seguidas. Muchas de los errores de servicio que tiene Gastón son a raíz de las foot fault.

Es sabido que Gaudio se saca muy facilmente. Miles de jugadores tienen la costumbre de agarrarselas con sus raquetas para descargar sus errores. Y este es un recurso muy utilizado también por el nacido en Temperley. Pero jamás se vio a un jugador romper su pantalón luego de errar un revés. Pero, como no podía ser de otra manera, el Gato si lo hizo. Justamente en su torneo preferido: Roland Garros.

Tampoco es muy común que a un jugador de la elite le suene su celular en el medio de un partido, en un torneo como Viña del Mar. Y mucho menos que tenga un ringtone tan peculiar y sobre todo molesto como el del Gato.

Algunas declaraciones llaman la atención. Es muy crítico consigo mismo y eso le hace perder partidos a veces. El año pasando, jugando la Copa Petrobras contra Brian Dabul, en un momento se frenó y le dijo a su compatriota : "Pará, pará, ni le pegues", luego de una pelota regalada que Gaudio le sirvió. Pero sin dudas la mayor locura que dijo fue cuando se le preguntó que deporte es el que mas odia: "A veces, el tenis" tiró el Gato.


Así es Gastón en su vida, tanto dentro como fuera de la cancha. Pesimista y descontrolado. Mucha gente va a los torneos a verlo a el. Por su gran mano y su extrema calidad para jugar al tenis. Pero sobre todas las cosas, para ver el show del Gato.


Para el cierre queda la famosa frase : "Que mal que la estoy pasando! ".

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