El 13 de mayo de 2010 fue uno de los últimos partidos que pudimos ver al gato tal cual es: con el temperamento, las locuras y sobre todo la genialidad que tiene para jugar al tenis.
Por los octavos de final del Challenger de Zagreb enfrentó al esloveno Grega Zemlja (142º del ranking). Gastón venía en muy buena racha, ya que venía de ganar el torneo anterior, el de San Remo, donde le ganó en la final a su compatriota Martin Vassallo Arguello por 7-5 y 6-0. Entre el torneo italiano y el partido que le ganó al ruso Ilya Belyaev por 6-4, 0-6 y 6-4 en el certamen croata, llevaba seis partidos invictos.
En la siguiente fase se cruzó con Zemlja. El encuentro comenzó el 12 de mayo. El primer set fue muy ajustado. Ninguno de los dos pudo quebrar el saque y cuando el nacido en Temperley tenía que sacar 5-6 la lluvia no se lo permitió. Al otro día a las 9.30 se retomó el match. Gaudio mantuvo su saque y en el tie break el esloveno sacó diferencia: 7-4.
El segundo set fue totalmente distinto. Casi un trámite para el Gato. Manteniendo su saque y quebrándole dos veces a su oponente, se llevó la segunda manga por 6-2.
Todo parecía que el tercer set volvería a ser rápido ya que Gastón venía en un gran nivel. Pero no fue así. Ahí comenzó el show del Gato. Se lo vio tirar una raqueta y hasta recibió un warning por parte del juez por su mala conducta. A lo que Gaudio contestó: “ ¿Warning? ¿Por qué?, ¿warning? ¿why?". A partir de ahí empezó a insultar a todo y todos. A si mismo, por sus errores. A la cancha por ser una mierda ("por más que la tire alta, no pica!"). Insultó a Grega por pedirle tiempo en los saques. Y hasta llegó a ningunear al árbitro cuando pidió su rival una verificación de un pique y le dijo "¿Ahora venís? Dale, corré!". Con un par de desconciertos del hincha del rojo y, sobre todo, con un cambio rotundo de actitud de Grega Zemlja, el tenista argentino en un abrir y cerrar de ojos ya estaba 5-1 abajo. E incluso el europeo tuvo dos match points que no supo aprovechar. Pero cuando todo parecía perdido, salió toda la clase y la calidad del ex campeón de Roland Garros. Demostró que la experiencia pesa y mucho. Empezó la remontada y se puso 4-5. Cuando estaba en su mejor momento y se lo notaba imparable, la lluvia frenó el monólogo de Gaudio. En la reanudación el argentino se puso 6-5 y 40-0 con su servicio. Pero desperdició las tres chances que tuvo para cerrar el partido. Perdió el game y al tie break. En la definición no le tembló la mano a Gaudio: contundente 7-1.
Este es el Gastón Gaudio que todos conocemos. Y el Gato que la gente quiere que vuelva.
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